RESIDENCIA BLANCH
Atalaya sobre una bahía
Tardamos en encontrar una vivienda que se adaptara a los deseos de la hoy propietaria. Al final apareció el diamante en bruto: una vivienda bastante convencional con unas maravillosas vistas a la había de Santander y a un frondoso parque. La transformación espacial fue radical y adaptada a la vida de su futura habitante: dependencias privadas para la propietaria (dormitorio, vestidor y baño), mucho -pero mucho- almacenaje, un aseo de cortesía, un lavadero y una amplia zona de día con la cocina, la sala y una terraza recuperada al sur, que había sido cerrada hace décadas. Los materiales cálidos: suelos de castaño natural y lacas. El resultado: Una atalaya blanca sobre la bahía de Santander.